Esta fue la primera que nos vino a llorar en la ventana del dormitorio, pidiendo comida y con las tetas chorreando leche. Aguantamos a entrarla hasta que nos aseguramos que ya no amamantaba y después Mamá Marina cumplió con su deseo de hacerla nuestra a la fuerza. Mucha resistencia no opuso. Es la que se pone a maullar y golpear con la cabeza en tu puerta cuando considera que espero demasiado para su desayuno (sabe la guacha que si te despertas, nosotras también).
Es muy parecida a Michifusa, siempre opinamos que eran madre e hija, pero nunca develamos quien era quien. El hecho de que a Barby la castramos nosotras y Michisuperfusa (como le decía Mamá Marina) hubiera venido ya operada era un indicio mas de que Barby fuera la hija... pero no mostraron mucha afinidad. Tiene un carácter extremista, se deja acariciar pero al ratito pega un mordisquito preventivo. Era delgada, pero al tiempo fue tomando la forma habitual de la mitad de los integrantes de esta casa, redonda. Ahora compite con Nala (próxima entrega) por el titulo Peso Pesado.