El empanado de las milanesas es algo que solemos hacer, porque es divertido y porque es casi inofensivo. Esta vez cada una tenia su cacharrito con el pan rallado y yo distribuía las fetas de carne según el tamaño (cosa que no se si voy a volver a hacer porque luli exigía tomar ella con el tenedor las suyas!). Como el pedazo de cuadrada que nos cortó el carnicero de la feria tenia un nervio que dividía en dos muy desiguales trozos, decidí hacer "mini milanesitas" y asignárselas a la niña. Cuando vio que yo las apilaba lo mas parejas posible (raro en mi) empezó a hacerlo de la misma forma!
Esta vez se aburrió casi al final, solo dejó 3 sin empanar!
Te amo Luli!!!!
Gracias por enseñarme a vivir!!!!! (antes solo sobrevivía a los ponchazos)